En Pie de foto podrás realizar estos dos potentes trabajos de fotografía.
Retrato Experiencial y Autorretrato Experiencial son dos propuestas terapéuticas basadas en el potencial transformador que aporta la creación y observación consciente de imágenes propias.
Te invitamos a ponerte frente a la cámara y ser fotografiado/a o fotografiarte y que esta experiencia sea una oportunidad para percatarte de diversos aspectos relacionados con tu identidad personal (imagen mental, imagen corporal externa, mensajes recibidos, actitudes y rasgos de carácter, momentos vitales, aprecio, aceptación, rechazo, temores, inseguridades, ideales, exigencias, angustias, vergüenza, pudor…) que emergen antes, durante y después de la sesión fotográfica.
Es, sobre todo, un trabajo terapéutico sobre la mirada hacia uno/a mismo/a.
La experiencia de hacerse retratos y autorretratos estimula a la persona a descubrirse y describirse.
¿Qué aporta?
- Atención y toma de conciencia sobre:
- la experiencia de ser mirados por la cámara, por el terapeuta-fotógrafo, por los compañeros/as (si se hace en grupo);
- la propia mirada (con la intención de indagar cómo nos miramos, cómo nos han mirado y cómo hemos construido esa mirada)
- Una intervención sobre la propia mirada para mejorar la autoimagen. Va a favorecer una nueva forma de mirarnos que conlleva una nueva introyección, una reidentificación, esto es, un cambio en la identidad.
Las fotografías propias y el acompañamiento terapéutico dan a la persona la oportunidad de mirarse con conciencia una y otra vez y esta nueva mirada permite administrar una dosis fuerte de una medicina que puede sanar la propia mirada.
No puede cambiar la foto, solo puede ser espectador/a de ella y esto la convierte en objeto sobre el que va a poder explorar y darse cuenta de su subjetividad, de los introyectos y proyecciones que aporta al mirarla. Es una forma de “curar” la dificultad con la imagen personal.
¿A quién va dirigido?
A cualquier persona interesada en realizar un proceso de introspección y autoconocimiento encaminado a explorar su identidad personal a través de su imagen fotográfica.
Especialmente recomendado para quienes tienen:
- la inquietud de activar y explorar las emociones que sienten frente a su propia imagen u otros aspectos relacionados con ésta
- dificultades para aceptar su apariencia física
- déficit de autoestima.
¿Cómo?
Puede realizarse de forma individual o en talleres grupales.
El trabajo individual puede ser un trabajo terapéutico en sí mismo o bien un complemento en la terapia que la persona esté realizando.
El mínimo son dos sesiones y, si es necesario, se pactan más sesiones a medida que se hace el trabajo. Cada sesión dura dos horas.
Se realiza una entrevista previa con la persona interesada para conocer sus motivaciones y expectativas y explicarle la dinámica de trabajo.
Puesto que es una experiencia que va a movilizar multitud de sensaciones, emociones, fantasías, reacciones y asuntos internos se invita a la persona a prestar atención y a recoger por escrito todo aquello que vivencia en los diferentes momentos que se dan: antes de la sesión de fotos, en la sesión de fotos misma, en el visionado y después de éste. Se trata de tomar conciencia de cuanto va surgiendo antes, durante y después del proceso.